¡JACARANDÁ!..
Por
Amanda Patarca (desde Argentina)
-Dijo la flor celeste desde el suelo-
Mi
plaza reza y si florece llora.
Reza
con Dios cuando se acerca al cielo,
llora
con Él cuando en su suelo implora.
¡Qué
hermosa está mi plaza colorida!
¡Qué
extraña paz se asienta en su follaje!
El
vibrar de una luz cerró mi herida.
Su
azul-violáceo transformó el paisaje.
Todo
está quieto; mil flores allá arriba
aplacando
el fulgor de las retamas
me
informan de la vida que se iba
desprendiendo capullos de sus
ramas.
No saben de morir pero se
mueren
renaciendo caídas sobre el
suelo.
No saben de nacer pero sonríen
cuando me ofrecen duplicado
el cielo.
Como lluvia de plumas
sublevadas
desde donde está Dios caen y
caen
para poder planear como ellas
saben
entregando su vuelo a mi
mirada.
Cuando el día se va, la plaza
queda
semioculta detrás de su
alegría.
Pero al volver, la luz de cada
día
viste de azul lo que en la
calle rueda.
¡Jacarandá! me dice mi alma en
celo.
Tu plaza reza y si florece
implora.
Reza con Dios cuando refleja
el cielo
Ora con Él cuando su suelo llora.
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